We know Fat Tuesday as the feast before the fast. The day before lent and the last opportunity to eat whatever indulgent foods you will abstain from for the next 40+ days. This opportunity for fiesta marks the end of ordinary time and prepares for the holy time of year. Here are some ideas to keep in mind.
Celebrate Fat Tuesday
People celebrate Fat Tuesday in diverse ways. It is a great opportunity for your family to mark the end of ordinary time with an exclamation point and prepare for Lent. Gather your family and have a festive party with favorite foods, music and dancing. Keep in mind the goal of looking forward to a simple, focused Lenten season filled with renewal and growth towards God. This celebration can be simple or sophisticated. The main point it to celebrate the tradition of marking the end of the season as a family and focus on the next 40+ days together in prayer, fasting and giving.
Bury the Alleluia
The tradition of burying the Alleluia goes back to the 1200s where the written word “alleluia” placed in a coffin, was buried in the church garden. The symbolic action involved children in a physical act that marked the end of one liturgical season and the beginning of the Lenten season. Burying the word Alleluia is like a goodbye to Alleluia. A reminder that we will not hear the word in the liturgy throughout Lent nor utter the word again until Easter. The burial is a concrete gesture, a reminder of the holy, Lenten season. Thus, no mention of the word “Alleluia” until Easter morning.
Burying the Alleluia can be effortless. Write the word on strips of paper and place them in an old plastic water bottle as you prepare for the burial. Or you can plan something more intricate, like a banner that you can use to decorate your home at Easter. Simple or ornate, the focus is on burying the Alleluia for the Lenten season and exhuming the word at Easter. Involve your children and grandchildren in developing this tradition for your family. Then bury Alleluia on Fat Tuesday. Make sure you remember where you buried the Alleluia so you can uncover it on Easter morning.
Make plans for Lent
Lent is a time to grow in holiness. Giving up chocolate or cookies may serve as a reminder of the season, but focusing on prayer, fasting, and giving may be more beneficial to reaching your goal. As a family, decide on ways to pray, fast and give. Establish family time to prepare and eat traditional Lenten foods, work on a family project, or plan a night of fasting and prayer time. See our free Lenten calendar for ideas and suggestions to celebrate Lent as a family.
The Lenten traditions and rituals you live with your family this year will serve as faith actions and guide your loved ones in renewal and growth towards God. It also provides your family with a faith foundation that develops into a mature spirituality. Celebrate Fat Tuesday, bury the Alleluia and get ready for Lent as a family.
Es martes gordo: a festejar y prepararse para cuaresma.
Conocemos este martes como el festín antes del ayuno. El día antes de cuaresma y la última oportunidad de comer cualquier antojito sin sentir pena antes de frenarse por los siguientes 40 días. Esta oportunidad de fiesta marca el final de la época ordinaria y el inicio de la época sagrada del año. Les paso algunas ideas para tener en mente.
Celebren el martes Gordo.
Las personas lo celebran en diferentes maneras. Es una muy buena oportunidad para que tu familia marque el fin del tiempo ordinario con un final a lo grande y prepararse para cuaresma. Reúne a tu familia y ten una fiesta con sus comidas favoritas, música y un buen baile. Tengan siempre en cuenta la meta de poner la mirada en lo simple. Enfocados en renovarnos y crecer como personas hacia Dios. Esta celebración puede ser simple o sofisticada. El meollo del asunto es festejar la tradición que marca el fin de la temporada como familia y enfocarnos en estar unidos los siguientes cuarenta y tantos días juntos rezando, ayunando y dando.
Entierra el aleluya.
La tradición de enterrar el aleluya se remonta a los años 1200 donde la palabra escrita “alleluia” se ponía en un ataúd y era enterrada en el jardín de la iglesia. La acción simbólica contenía niños en un acto físico que marcaba el final de una temporada litúrgica y el inicio de la época de cuaresma. Enterrar la palabra alleluia es como un adiós al alleluia. Un recordatorio de que no escucharemos la palabra en la liturgia durante Cuaresma y que no diremos la palabra de nuevo hasta Pascua. El entierro es un gesto muy concreto. Un recuerdo de la temporada sagrada de Cuaresma. Así pues, ni pío de la palabra “alleluia” hasta la mañana de Pascua.
Enterrar el aleluya puede hacerse en un dos por tres. Escribe la palabra en unas tiritas de papel y ponlas en una botella de plástico usada mientras te preparas para el entierro. También puedes hacer algo mas planeado como una pancarta o cartel que puedes usar como decoración para tu hogar en la Pascua. Simple o también muy adornado. El asunto es que hay que enterrar el Aleluya para la temporada de Cuaresma y exhumarlo en Pascua. Involucra a tus hijos y nietos para que se acostumbren a esta tradición en tu familia. Asegúrate de recordar donde la enterraste, no vaya a ser… asi podrás descubrirla de nuevo la mañana de Pascua.
Haz planes para Cuaresma
La Cuaresma es un periodo para crecer en nuestra espiritualidad. Dar un chocolate o galletas puede servir como un recordatorio de esta temporada, pero enfocarse en rezar, en el ayuno y en dar a los que lo necesitan pueden convenirte más para alcanzar tu meta. Ayuna y da. Aparta tiempo de familia para preparar y comer las comidas especiales de Cuaresma, trabajar en un proyecto familiar o planear una noche de ayuno y tiempo para rezar. Siéntanse libres de ver nuestro calendario gratis de Cuaresma para ideas y sugerencias sobre como celebrar la época en familia.
Las tradiciones de cuaresma y los rituales que vives con tu familia este año servirán como acciones de fe y ayudarán a guiar a tus seres queridos en un periodo de renovación y crecimiento hacia Dios. También le da a tu familia los cimientos de fe que construyen la casa de una espiritualidad madura. Celebren el martes gordo. Entierren el aleluya y prepárense para Cuaresma como familia.
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